No todas las pinturas son iguales, y elegir bien puede marcar la diferencia en el resultado:
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Interior: lo ideal son pinturas plásticas lavables, fáciles de mantener y con bajo olor.
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Exterior: apuesta por pinturas acrílicas resistentes a la humedad y al sol.
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Madera: los barnices o esmaltes protegen y resaltan la veta natural.
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Metal: utiliza esmaltes antioxidantes para evitar la corrosión.
Antes de pintar, recuerda siempre preparar bien la superficie con una buena limpieza y, si es necesario, una capa de imprimación.


